Como hemos dicho ya en varias ocasiones, todo negocio y su marca tiene un por qué y un cómo. Y también un público objetivo con el que conectar. Por eso, a la hora de crear una marca y dotarla de significado, recurrimos a otorgarle una personalidad de marca.
De esta manera tenemos una figura referente que nos ayudará a saber cómo comunicar y transmitir lo que representa la marca. A asociarle elementos gráficos y crear un universo visual para mantener así la coherencia.
La personalidad de marca humaniza un negocio y, por tanto, lo acerca a los clientes.
¿Por qué asociar una personalidad de marca a mi negocio?
Al dotar a una marca de personalidad, le estamos aportando sentimientos y emotividad. Las personas conectamos mucho más con ella: nos identificamos con ella, pensamos como ella, la adoptamos en nuestra vida, e incluso nos sentimos parte de la marca.
Tiene lógica, ya que las personas nos arrimamos a personas. Nos hacemos amigas de otras personas y no de cosas. Compartimos cosas con personas y no con cosas. Nos enamoramos de personas y no de cosas.
Y esto es muy potente. Tener personalidad, como las personas, se traduce en una mayor empatía, más confianza, más seguidores fieles y más ventas.
El branding y la personalidad de marca
Definir la personalidad de marca es una de las principales tareas del Branding a la hora de crear una marca. Será la base a partir de la cual se construirá la misma: comportamiento, tono de voz, identidad.
La personalidad de marca ayuda a mantener una identidad coherente y a establecer la estrategia de marca y de comunicación. Si sabes cómo eres, sabrás cómo comportarte y qué decir.
Y ahora que tenemos claro por qué es tan importante dotar a una marca de personalidad, vamos a ver qué tipos de personalidades existen y cómo podemos averiguar la nuestra.
Recopila toda la información de tu marca
Para saber la personalidad de una marca tenemos que recopilar la mayor información de la misma.
Tenemos que conocer bien su producto o servicio, su cliente ideal, sus valores, misión… También de dónde viene y adónde va y por qué hace lo que hace.
Hay que descubrir con qué se identifica nuestro negocio, tanto estética como internamente.
En definitiva, existen varias preguntas que responder antes de crear una marca: ¿Qué queremos transmitir? ¿Cómo marcar la diferencia? ¿Cuáles son nuestros valores? ¿Qué nos define? ¿Cuál es nuestro público objetivo?
Tipos de Personalidad de Marca
Uno no elige una personalidad de marca de la nada, sino que nos basamos en los 12 Arquetipos de Personalidad de Carl Gustav Jung, el psicoanalista que identificó 12 patrones universales de comportamiento humano:
- El Cuidador
- El Creador
- El Gobernante
- El Amante
- EL Héroe
- El Sabio
- El Mago
- El Explorador
- El Bufón
- El Hombre Corriente
- El Inocente
- El Rebelde
Se trata de encontrar en estos 12 arquetipos de personalidad una figura representativa que nos ayude a transmitir lo que somos y lo que ofrecemos. Pero, sobre todo, que nos ayude a que nuestro público nos perciba de manera correcta y, por lo tanto, calemos hondo en él.
¿Cómo elegir el arquetipo de personalidad para tu marca?
Define adjetivos que la describan
Para relacionar tu marca con la personalidad adecuada, intenta definirla. Para ello, establece algunos adjetivos que la describan:
- Imagina cómo serías si fueras una persona. ¿Cómo es tu marca? ¿Qué le gusta? ¿Cómo se comporta? Podría ser seria o informal; sencilla o sofisticada; de lujo o económica.
- Trata de decidir tus adjetivos en base a tus valores, a lo que ofreces y a cómo se siente tu cliente: cómo te comunicas con él, qué proyectas y cómo quieres que te perciban, su experiencia de compra, cómo afecta a su vida comprar tu producto o servicio…
- Define a tu público objetivo: la personalidad de tu marca debe ser afín a la personalidad de tu público objetivo. Necesitamos conectar con nuestros clientes, por lo que nuestra marca debe encajar con ellos: pensar como ellos, compartir gustos y valores, tener las mismas preocupaciones. Analiza cómo es tu público objetivo y sabrás cómo tiene que ser tu marca.
Sintetiza conceptos y saca conclusiones.
De todos los adjetivos y descripciones que has relacionado con tu marca, agrúpalos y selecciona 4 o 5 que recojan todos los demás.
Estos adjetivos serán la clave de cómo es tu marca y te ayudarán a relacionar el arquetipo al que corresponde.
Asegúrate de que exista coherencia entre ellos. No puedes ser una marca seria y de lujo y después usar una jerga de calle y bromista.
Fortalece tu personalidad de marca y sus conceptos
Para tener tu personalidad más clara y definida, te ayudará establecer las características de la misma y sus opuestos:
- Lo que eres y también lo que no eres
- Lo que te gusta y también lo que no te gusta
- Lo que defiendes y también lo que te causa rechazo
- Lo que quieres y lo que no quieres
- Lo que sueñas y lo que te da miedo.
Cuando hayas decidido todos esos aspectos de tu marca y hayas descubierto su personalidad, podrás crear un moodboard que te ayudará a construir la parte más visual a partir de estos conceptos. ¿Y ahora qué? Ahora grábate a fuego todo lo que has descubierto de tu marca y ten en cuenta que deberás ser fiel a ello SIEMPRE. Cada cosa que hagas o comuniques tiene que ser afín a esa personalidad de marca establecida.
Espero que este artículo te haya ayudado a definir y, por tanto, fortalecer tu marca para que puedas llegar muy, muy lejos.