¿Cómo saber si ha llegado el momento de hacer un restyling de marca? Para poder responder a esta pregunta, lo primero es entender a qué se refiere este concepto. Básicamente, se trata de actualizar los elementos externos de una marca. Esto es rejuvenecer el logotipo (aunque a veces rejuvenecer signifique una vuelta a los 80), eliminando los matices obsoletos y aquellos que ya no representan a la firma, al tiempo que se incorporan otros más actuales.
Como bien sabes, todo logotipo nace con una vocación de permanencia en el tiempo. Forma parte de su naturaleza. Pero resulta incuestionable, también, que la obsolescencia avanza conforme vamos cumpliendo años. Así que, en algún momento, puedes necesitar apostar por un restyling.
Razones y estudio creativo del restyling
Cambiar el logotipo no es un fin en sí mismo. Actualizar la marca, tampoco. Tienes que entenderlo como una consecuencia antes que como un propósito autónomo. Debes analizar esta posibilidad en el contexto de un plan de marketing global y con criterios de branding.
¿Qué valores están representando a tu marca y cuáles son los que transmites, o quieres transmitir, a tus clientes? Esta es la cuestión capital. Una vez establecidos, ya tenemos una brújula que aplicar al estudio creativo y estratégico sobre la necesidad de actualizar o no la marca.
Cómo saber si hay que actualizar el logo
Cuando te planteas si debes variar los colores, la tipografía, el imagotipo o el resto de los elementos de la plasmación visual de tu marca, debes actuar con calma y reflexión. Es cierto que puedes encontrar muchos casos de éxito de restyling, por ejemplo el de Coca-Cola, que ha ido evolucionando su logomarca desde 1886 hasta la actualidad con más de una docena de cambios, algunos muy llamativos.
Sin embargo, también existen muestras de todo lo contrario: decisiones de cambio que hundieron, o perjudicaron, a la empresa que apostó por ellas. Pepsi, y algunos bandazos erráticos, es un caso de referencia al respecto.
Entonces, ¿qué debes considerar? Fundamentalmente, estos aspectos:
- Obsolescencia de la identidad visual. Los recursos utilizados en su día han envejecido demasiado y se han quedado anticuados.
- Incoherencia conceptual. El logo actual no representa los nuevos valores de la compañía, bien porque han cambiado o porque han evolucionado de un modo diferente a esas simbologías iniciales.
- Público renovado. Si tu target se ha rejuvenecido, tendrás que adaptar tu identidad visual a sus expectativas, gustos y preferencias.
- Consolidación empresarial. A veces, el logotipo inicial partió de una cierta indefinición y, por ello, se plasmó en un enfoque sencillo. Con el tiempo, la misión y el objeto de la marca se ha definido más específicamente y, en consecuencia, conviene adaptarla.
- Giro de branding. También puede suceder que, en una apuesta siempre arriesgada, desees dar un giro de guion a tu posicionamiento. Bien sea por un cambio de estrategia, de productos o de mercado. En tal caso, te hará falta una marca renovada.
Recuerda que el restyling de marca afectará globalmente a todas tus comunicaciones, desde las tarjetas comerciales al diseño web, pasando por la uniformidad de los empleados. Dado que es una decisión complicada y siempre trascendente, aplica criterios de marketing para tomarla.
