¿Qué es un Moodboard? Crear un Moodboard es, básicamente, reunir en un tablero los elementos básicos de nuestra imagen de marca a modo de resumen. Es como aterrizar y hacer realidad la idea que tenemos de nosotros mismos para mantener nuestra imagen unificada.
Resulta muy útil tener un Moodboard para no sentirte perdido a la hora de escoger tipografías, colores o imágenes. ¿Por qué? Porque ya lo hemos definido anteriormente. Solo hay que echar mano a nuestro tablero y usar los elementos que vemos.
Quieres tu propio Moodboard, ¿a que si? Pues te digo cómo hacerlo:
Las palabras clave.
Busca tres palabras que definan tu marca y tu cliente ideal. Quizás te ayude hacer la famosa tormeta de ideas. Escribe lo primero que te pase por la cabeza cuando piensas en tu negocio. A veces, lo primero que viene es lo más real.
Consejo: intenta que sea lo más concreta posible. Es decir, si te describes como natural, puedes anotar los elementos en los que piensas cuando hablas de natural: verde, plantas, tierra, salud, fresa, puro, fresco… En fin, lo que te venga.
Te puede ayudar: si existe algún estilo que te guste, por ejemplo, minimalista, súmalo a tu lista de palabras y puede que te ayude a encaminar el tuyo propio.
La búsqueda
Una vez tenemos una lista de palabras que definen nuestra personalidad y cómo somos, lo que nos gusta y lo que hacemos, vamos a divertirnos un poco! Busca imágenes que te gusten y que correspondan con esta lita.
Una herramienta genial para hacer esto es Pinterest, ya que, además de ofrecerte palabras para la búsqueda, te permite guardar rápidamente cualquier cosa que te llame la atención en un tablero exclusivo. Así que, esta es tu tarea: buscar y guardar.
La selección
Ya estamos en la recta final! Una vez has recopilado las imágenes a tu gusto, ve al tablero donde las has guardado y elimina las que menos te gusten o menos te cuadren con el resto. Lo ideal es que te quedes con menos de 10.
El análisis
De esas 10 fotos que te has quedado en Pinterest, analiza qué tienen en común: colores, tipo de personas que aparecen, planos, texturas, ambientes, fondos… Perfecto, ahora ya sabes lo que te gusta y lo que te define.
La composición
¡Por fin! Ha llegado el momento de componer tu propio tablero.
- El estilo. Añade 4 de las imágenes elegidas y ese será el tipo de imágenes y objetos que debes emplear.
- Los colores. Extrae los 3 colores que más se repitan en ellas. Estos colores te ayudarán a crear la paleta de color que determinará los tonos de tu imagen.
- La tipografía. Según lo que te inspiren esas imágenes, elige y combina un par tipografías. Por ejemplo, si tus imágenes tienen muchas líneas rectas, o son espacios sobrios, tu tipografía principal puede ser una recta de palo seco y sin serifa. Si, de lo contrario, tus imágenes contienen escenas desenfadas y más naturales, estaría genial una tipografía manuscrita o script más humanizada. La segunda tipografía será la que uses para los bloques de texto por lo que debe ser una muy legible y sencilla.
- Extra. Añade una frase y algunas palabras que describan la esencia de tu marca y lo que puedes aportarle al mundo.
¡Fantástico! Ahora solo queda que hagas tu propio Moodboard que te recordará siempre los puntos fuertes de tu marca y, si te mantienes fiel a él, tu imagen subirá de nivel.
Te animo a que nos cuentes en los comentarios si ya has realizado tu Moodboard y que me preguntes cualquier duda que tengas 🙂